miércoles, 15 de enero de 2014

El honor: ¿hecho u opinión?

     En don Juan Tenorio queda muy claro que el honor es algo muy importante en la sociedad del siglo 19. Por un lado se considera el honor o “ser honorable” como algo objetivo: la sociedad ha establecido algunas características que son consideradas como honorables, p.e. defender su familia, no dejarse ofender etc. Estas características generalmente aceptados aparecen muy frecuentemente:

    Por ejemplo el padre de doña Inés, don Gonzalo, está ofendido por don Juan, porque aunque sea comprometido con ella, no se comporta así, alardea con sus conquistas sexuales y anuncia su plan de seducir otra mujer, la comprometida de don Luis. En ésta situación don Gonzalo se venga para proteger su honor : cuando aprende que su hija está con don Juan en su hacienda, los sigue y quiere matar al seductor. Dice :
« Miserable, tú has robado a mi hija Inés de su convento, y yo vengo por tu vida o por mi bien. »

     También para las chicas el honor es importante, pero esto consiste de algo muy diferente: tienen que guardar su virginidad, ser inocentes, llevar una vida de modestia. Por eso Las hijas viven en un claustro, para facilitar de llevar una vida casta.

« Nunca el claustro abandoné
ni sé del mundo exterior
los usos; mas tengo honor,
noble soy, Brígida, y sé ,
que la casa de don Juan
no es buen sitio para mí:
me lo está diciendo aquí
no sé qué escondido afán. »


    Pero al lado de estas manifestaciones de la concepción general del honor, hay una concepción totalmente diferente : la de don Juan y don Luis. Para ellos el hombre más honorable es él que puede seducir las más mujeres y matar a los más hombres, o en suma, él que puede tener una vida inmoral :

« Por dondequiera que fui la razón atropellé, la virtud escarnecí, a la justicia burlé y a las mujeres vendí. Yo a las cabañas bajé, yo a los palacios subí yo los claustros escalé, y en todas partes dejé memoria amarga de mí. Ni reconocí sagrado »

    Esto forma el honor para ellos, ser el mejor en un estilo de vida escabroso. Y lo consideran como una verdadera competición, una lucha para ser el más « respetado » de los dos.

« Para triunfar de doña Ana, no sois vos, don Juan, quien gana porque por otro jugasteis. »

    Don Juan aparece como una persona sin moral y sin estima para los demás, es muy egocéntrico y no toma en cuenta las reglas sociales válidos en la sociedad. Por eso es un momento excepcional cuando don Juan se pone de rodillas ante don Gonzalo. Es entonces cuando don Juan muestra por la primera vez un signo de verdadero honor. Porque, como él mismo dice, es la primera vez que demuestra su respecto a alguien, la primera vez que actúa según las normas sociales vigentes.


« Jamás delante de un hombre mi alta cerviz incliné, ni he suplicado jamás ni a mi padre ni a mi rey. Y pues conservo a tus plantas la postura en que me ves, considera, Don Gonzalo, que razón debo tener. »

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